flor nacida del pueblo
regada por la sangre traspirada del
trabajador.
Eva
compañera
tu abrazo sigue entre nosotros
tu puño
tu grito
son millones de puños y gritos
que viven en el pueblo peronista.
Devota del pueblo
entregaste tu cuerpo por nosotros
entregaste tu última lagrima por
los desposeídos
entregaste tu ultimo suspiro.
Con tu muerte
el tiempo se detuvo
todos los corazones derramaron una
lagrima
y un río de sangre nació,
ni el fuego
ni el odio
ni los macabros profetas
pudieron desaparecerte.
Estas impregnada en el pueblo
en las plazas
en las fabricas
en el aire que respiramos
en el compañero anónimo.
Evita
fuiste, sos y serás
una puteada de esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario