EVA

Eva

flor nacida del pueblo

regada por la sangre traspirada del trabajador.

Eva

compañera

tu abrazo sigue entre nosotros

tu puño

tu grito

son millones de puños y gritos

que viven en el pueblo peronista.

Devota del pueblo

entregaste tu cuerpo por nosotros

entregaste tu última lagrima por los desposeídos

entregaste tu ultimo suspiro.

Con tu muerte

el tiempo se detuvo

todos los corazones derramaron una lagrima

y un río de sangre nació,

ni el fuego

ni el odio

ni los macabros profetas

pudieron  desaparecerte.

Estas impregnada en el pueblo

en las plazas

en las fabricas

en el aire que respiramos

en el compañero anónimo.

Evita

fuiste, sos y serás

una puteada de esperanza.

El 17 de OCtubre en la piel de Leopoldo Marechal

Desde el Oeste un rumor... 

 

Era muy de mañana, y yo acababa de ponerle a mi mujer una inyección de morfina (sus dolores lo hacían necesario cada tres horas). El coronel Perón había sido traído ya desde Martín García. Mi domicilio era este mismo departamento de calle Rivadavia. De pronto me llegó desde el Oeste un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia: el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular y, enseguida, su letra: 

 

"Yo te daré/

te daré, Patria hermosa,/

te daré una cosa,/

una cosa que empieza con P/

Perooón".

Y aquel "Perón" resonaba periódicamente como un cañonazo.

Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de Mayo. Vi, reconocí, y amé los miles de rostros que la integraban no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina "invisible" que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas, y que no bien las conocieron les dieron la espalda. Desde aquellas horas me hice peronista.

(Palabras con Leopoldo Marechal, por Alfredo Andrés, 1968)

Extraído del libro: "La Jornada del 17 de octubre" compilado por Fermín Chávez

Polvo de la patria

la vuelta del malon de terracota - Daniel Santoro

Que fue de los hombres sin rostros

y muchos nombres,

indios, mestizos, gauchos

cabecitas negras

patas sucias

negros…

Nacidos del polvo de la patria

galopan como fantasma con el viento,

surca la tierra

y derrama sangre a su paso.

Desde la pampa hasta los cerros

de las montañas a los llanos

bajando por los ríos de la América

golpean muros.

Victoria Ocampo observa la vuelta del malon - Daniel Santoro

No importan de quien sean las balas

del polvo y la sangre siempre volverán

nacidos de la tierra

de la América profunda

de la misma y verdadera patria.

Pueblo del pueblo son

lejanos, galopan sobre la historia.

Están en lo profundo

En la penumbra

en la tierra,

y aun hoy, no quieren irse.

OJOS

Manifestación - Antonio Berni

De los ojos del pueblo

salen los brazos

que sostienen con sudor

a la nación.

En los ojos del pueblo

yace el espíritu

de las masas.

Mirando bien profundo

esta escrita la historia del trabajador

del discriminado

del desposeído.

En los ojos de la plaza

los mismos ojos que nos miran

desde lo impenetrable de la patria,

vive un sueño.

Pablo Campos

Plaza llena, pueblo nuestro

Plaza llena

plaza nuestra

banderas en el cielo

ilusiones y esperanzas,

plaza llena

plaza nuestra

miles

miles

y miles florecen al sol

caminan

llegan

inundan,

plaza llena

plaza nuestra

mía

tuya

de todos,

plaza

patria

pueblo,

pueblo lleno

pueblo nuestro.

de Pablo Campos

estandartes colectivos

Tiembla la tierra

desde lo profundo de las derrotas

vuelven, siempre vuelven

llevan estandartes colectivos,

son como la marea

y con la fuerza de una ola

penetran en la patria, en su patria

Lealtad

Descamisado Emboscado - Daniel Santoro

El descamisado

camina sin rumbo por las ruinas,

aun se escucha los truenos

y los gritos de llanto,

a perdido la luz.

Lleva junto a su corazón a Eva,

a lo lejos

entre humo y fuego

los sabuesos lo persiguen,

corre

debe esconderse,

ante todo

debe esconder los sueños

debe resistir hasta que otros los retomen.